Paella con chile

viernes, junio 02, 2006

Muere la Jurado, empieza el espectáculo

Se murió Rocío Jurado, luego de una larga enfermedad. Con su muerte, ahora sí empieza el verdadero espectáculo.

Y no tanto por lo que implica el cortejo fúnebre, su proceso y el "sobrecupo" de información que los medios empiezan a dar a través de imagen, sonido y papel.

Empieza el espectáculo para la llamada "prensa del corazòn" o "prensa rosa" de este país, particularmente la de la televisión, que con tal de alcanzar los altos "raittings", seguramente no limitarán tiempo ni programación para armar sus conocidos "platós" y empezar a desgajar, por el momento, lo bueno de quien en vida fue considerada "La más grande".

A partir de este 1 de junio en que murió la cantante, los "periodistas del corazón" que hacen este tipo de programas, enaltecerán su persona, destacarán lo mejor de ella, su voz, su estilo, su carácter, su temperamento en los escenarios y, sobre todo, su vida.

Muchos no se limitarán en hablar de las cualidades de la Jurado y con mayor razón ensalzarán el temple con el cual enfrentó y vivió la penosa y pública enfermedad del cáncer en el páncreas, que desde hace dos años le detectaron.

En los platós, como es su usual estilo, se arrebatarán la palabra y hasta se jactarán de hablar de los momentos que trataron, conocieron, o que incluso pasaron con la Jurado. Es el momento de presumir hasta dónde, como periodistas, llegaron con la Grande.

Seguramente habrá de todo, pero por el momento cosas buenas, porque todavía no es oportuno sacar a la luz pública los "trapitos sucios" de la famosa. Hay que esperar a que se enfríe el cuerpo, para entonces empezar.

Sin embargo, los medios no perdonan "la fama de los famosos", y a un corto, mediano o largo plazo, algunos de esos mismos periodistas o quizá de nuevas generaciones, descubrirán líneas obscuras en la vida de la Jurado.

Armarán tremendos programas morbosos y ahí nos enteraremos de cosas fuertes de su vida, como sucedió hace meses con las revelaciones que hicieron de la que en vida fue Lola Flores.

Serán tan agresivos e irrespetuosos, como muchos suelen ser, que no es de dudarse que hasta las mismas muertas temblarán de rabia bajo tierra, ante la sarta de soeces que dirán sobre ellas.

Y es que en España, así como la prensa seria e informativa tiene su prestigio y reconocimiento internacional, la prensa del corazón es conocida por "matar" o "revivir" a vivos y muertos. No tiene limites ni respeto por nadie. No tiene valores ni tacto para “descuartizar” a quienes el mismo pueblo hizo grandes. Es el precio que tienen que pagar algunos famosos, en vida o en muerte.

Así pues, se le ha muerto a España una grande. Se fue lenta pero segura, fríamente dicho. Los medios la acompañaron hasta el final. A decir verdad, la nota de muchas redacciones ya estaba escrita, era cuestión de horas para esperar el desenlace, poner la palabra y la cabeza.

Lamentablemente los días y las horas que tantos periodistas, sobre todo de medios impresos, pasaron en el exterior de la finca Jurado, se vieron desplazados ante su propia y gran competencia: la prensa digital que les ganó la nota con la frescura y el amanecer de las primeras horas en que la cantante dejó de respirar: 5:15 a.m.

El pueblo, mientras tanto, en un sentir o no sentir, por gusto, convicción, sentimiento o morbo, acudirá a despedir a la chipionera.

Seguramente que esa capilla ardiente será un ir y venir de famosos y no famosos. Los fotógrafos se amontonarán con tal de captar con su lente a los más conocidos y hasta los ciudadanos usuales guardarán esos momentos con las cámaras de sus móviles.

Habrá de todo, incluso quienes hayan tenido oportunidad de haber asistido al sepelio de la otra Rocío, la Dúrcal, a la que México le lloró más que España, se atreverán a comparar ambas ceremonias en asistencia, en flores, en manifestaciones, en llanto, en dolor...

De esta manera...¡se abre pues el talón!

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