Cine de Verano

Me encanta el Cine de Verano. Es algo tan popular en los pueblos y ciudades de Valencia, que a quienes nos gusta este arte, lo esperamos y lo disfrutamos a lo grande. Más cuando se lleva a cabo en los pueblos, precisamente porque se vive con un ambiente más “pueblerino”; más cálido, quizá.

Y no es que se trate de ciclos de cine especial, simple y sencillamente tiene ingredientes únicos.

Se proyectan películas que recientemente se estrenaron en cartelera convencional, ya sean para adultos o niños; los precios son económicos (la mitad del costo en cine normal), se llevan a cabo en espacios abiertos (parques o explanadas) y la proyección dura casi toda la semana.

Lo más curioso y agradable: la gente suele llevar su bocadillo y bebida, como si fuera “picnic nocturno” y comérselo mientras se proyecta la película, o bien, acostumbran cenar en el sitio, si es que hay algún local tipo restaurante.

¡Tan curioso como atractivo!

Me pregunto yo: ¿organizar este tipo de actividades en los pueblos de nuestro país, sería complicado o caro?

Y es que los ayuntamientos de este país impulsan mucho las actividades culturales o de entretenimiento. En pocas palabras, acá sí hay dinero para apoyar la cultura, De hecho durante todo el año se siguen programando películas o actos culturales que van desde conciertos, obras de teatro, hasta festivales internacionales.

Y no es que todo pueblo tenga instalaciones especiales para cada evento, más bien todo se lleva a cabo en el auditorio principal, el cual adaptan según la actividad. Por ejemplo, el cine de verano en Ribarroja se realiza en un parque al aire libre, donde instalan una pantalla enorme, grandes bocinas y se colocan muchas sillas.

Lo más importante es que el Ayuntamiento, a través de la Consejalía de Cultura, continuamente reparte programas con los eventos a realizarse, desde la cartelera de cine que se distribuye en oficinas municipales, hasta pósters anunciando conciertos u otros eventos.

Esta es pues, una de las actividades que más participación tiene y que muchos disfrutan porque es al aire libre, es barata (se pagan 2.40 euros adultos y 1.50 niños y tercera edad, contra los casi 6 euros en cine tradicional), se proyecta siempre entre las 10:00 y 10:30 de la noche, aunque tiene un pequeño “defectito”... ¡no hay otra función!

La Cabalgata de la Cerámica

Hay dos sucesos que hasta el momento me gustan mucho del Verano en España, las fiestas patronales de los pueblos y el tradicional Cine de Verano. Al menos esto se da mucho en la Comunidad Valenciana.

Esta vez hablaré de las fiestas, las cuales, en su mayoría, se realizan en Verano con programas muy completos que incluyen teatro, música, procesiones, cabalgatas y exposiciones, por citar algunos eventos. Lo más sorprendente es que estos casi siempre son gratuitos.

Este año no me quise perder la Fiesta de la Cerámica, en Manises (población productora de cerámica y próxima a Valencia). Investigué con tiempo fechas, lugar y tipo de eventos que habría, con tal de disfrutarlos en persona, más que nada porque quería comprobar lo que me habían contado, que en la Cabalgata de la Cerámica, con la cual se clausuran las fiestas, se regalan muchas piezas de ese material.

Así que este pasado 18 de julio me propuse presenciar por primera vez la famosa Cabalgata y asistir por la noche al concierto de clausura, que gratuitamente ofreció el Ayuntamiento, ni más ni menos que con la cantante Rosario.

Por la tarde me aposté con familia (y dos bolsas grandes, ya que me dijeron que las llevara por si acaso me tocaba recoger mucha cerámica) en una de las calles principales de Manieses para ver el desfile, el cual abrió con un cuadro de bailarinas brasileñas, unas bandas que interpretaban música regional y al final... lo más esperado (al menos por mi).... seis carrozas (trailas tiradas por tractores) con grupos de personas que se daban a la tarea de repartir, a diestra y siniestra, grandes cantidades de piezas de cerámica que sacaban de cajas preparadas especialmente para la ocasión.

Conforme iban pasando las carrozas, la gente se acercaba a los laterales (entre ésta yo, por supuesto), pidiendo piezas. Pero a decir verdad, hasta este tipo de situaciones se viven acá de manera más ordenada, porque de haber sido este reparto en México, segura estoy que los empujones y el arrebatarse las piezas, hubieran estado a la orden del día. Tampoco es que en este festejo no hubiera desorden, claro que lo había, sólo que curiosamente la gente acá es más respetuosa en eventos de este tipo, lo cual me llama la atención.

El público reunido llenaba bolsas y cajas, incluso había quienes conforme se retiraban de las carrozas con sus paquetes, iban mostrando, como trofeo en mano, piezas buenísimas que en cualquier tienda les hubieran costado algunos euros.

Macetas, ceniceros, jarrones, platos decorativos, figuras de adorno, bases para lámparas y otras curiosidades más, fueron parte del “botín” que muchos conseguimos ese día.

Y es que de eso se trata la Cabalgata... de ir, pedir y recibir... Así que al final del evento quedé con dos bolsas y una caja grande llena de cerámica. ¡Justo como si fuera a poner una tienda!

Lo que me también llamó mi atención, es que una vez finalizada esta actividad, tres máquinas barredoras, un camión de basura y personal de limpieza caminando, iban detrás de la última carroza recogiendo los desperdicios de cerámica que se cayeron entre la multitud.

Según leí en la prensa al día siguiente, esta fiesta tiene 102 años de realizarse. En esta ocasión se repartieron poco más de 350 mil piezas de cerámica, con la ayuda de 140 participantes y con la asistencia de 20 mil personas, que llegaron de diferentes puntos de la Comunidad, muchas veces sin saber que si se regala cerámica, es en honor de las patronas de los ceramistas, las santas Justa y Rufina, lo cual yo también desconocía.

Luego de haberme “surtido” de cerámica para rato, por la noche me fui a presenciar los castillos de fuegos artificiales que son tan populares en esta Comunidad, previos al concierto que ofreció la cantante Rosario en una explanada llamada Plaza de la Leña, donde disfruté de su música y de ver tanto gitano que atrajo esta artista.

De nueva cuenta me sorprende la gestión de los Ayuntamientos españoles, sean de ciudades grandes o pequeñas, pues cuando de festejos o actos se trata, echan la casa por la ventana y los eventos que ofrecen son gratuitos. Este año Manises presentó también en concierto a otros cantantes como Chenoa y Luz Casal.

Hace unos tres años, el ayuntamiento de la población donde vivo, Ribarroja del Túria, en sus fiestas patronales invitó para la clausura a artistas de la talla de Julio Iglesias, Ana Belén y Víctor Manuel.

Ya veremos este agosto qué sorpresa nos tiene Ribarroja en sus fiestas.

'España: cerrado por vacaciones'

Si alguna época del año tiene peso en España, ésta es el Verano, por todo lo que implica para los españoles: rebajas, vacaciones, turismo, viajes y gastos.

Se trata del periodo vacacional más importante para el país, que abarca los meses de junio, julio, agosto y septiembre. Y aunque agosto es el mes preferido por los españoles para disfrutar de las vacaciones, también es en el que se dificulta encontrar negocios abiertos o empresas que den servicios, pues casi la mayoría cierra.

Y esa mayoría puede referirse a una pequeña frutería a una importante fábrica de muebles. Incluso muchos negocios acostumbran poner en sus puertas el letrero de: “Cerrado por vacaciones” o “Cerrado de tal a tal fecha”.

A diferencia de nuestro país en que la ley otorga sólo 6 días de descanso el primer año de trabajo, en España, “El estatuto de los trabajadores” permite el disfrute de un mes entero, una vez cumplido el año.

Así, las grandes ciudades quedan “desiertas” y aquellos que se quedan viven más tranquilos esos días, sin el ajetreo diario. Se facilita el encontrar estacionamiento y el transporte urbano y el Metro circulan con menos usuarios. En sí el tráfico es menos pesado y las “horas pico” son más llevaderas.

Las playas se saturan de turistas tanto nacionales como extranjeros, y por ende se vuelve a apreciar un año más el famoso “topless” que tanto practica la mujer europea. Así que a cualquier playa que uno vaya, con niños o sin niños, no hay distancia larga entre una mujer con bikini “normal” y otra en topless, lo cual es tan usual como normal en estas tierras.

Pero es tan largo el Verano acá, que incluso a los noticieros (llamados telediarios) parece que se les acaban las notas, porque sus contenidos se enfocan a transmitir otro tipo de información, que igual pueden ir desde las altas temperaturas registradas en todo el país y sus consecuencias, hasta los niveles de calidad en las playas. Claro, este tipo de notas se da si no se registran sucesos más relevantes.

Los que también le sacan mucho provecho al Verano son los estudiantes y maestros, sobre todo de los niveles básicos, quienes tienen unas largas vacaciones que van desde finales de junio hasta principios de septiembre u octubre, según el curso.

Se trata de casi dos meses y medio de receso, que lo único que dejan es que tanto alumnos como maestros se desconecten de la vida escolar, al grado de que cuando regresan a clases sufren una especie de “choque”.

Y aunque este largo descanso lo alternan con cursos de verano, llegando agosto la actividad para de nuevo, porque ese mes es "sagrado".